Hijo único de un matrimonio establecido en Chile, si bien con raíces en el País Vasco, nací en Talca, a doscientos cincuenta kilómetros de la capital, Santiago.
Aun así, más de la mitad de mi vida ha transcurrido en España, pues llegué a Barcelona en 1983. La condición de hijo único te convierte en un ser diferente, sin posibilidad de término medio. Mientras algunos buscan o hallan sobreprotección materna, otros disfrutan de gran independencia.
Desde la infancia me caractericé por ser un alma rebelde y siempre encontré apoyo por parte de mis padres. Entre mis aficiones se hallaba la construcción de casas colgadas de los árboles.
Eran refugios íntimos de adolescencia, pues tendría trece o catorce años cuando las construí con la ayuda de unos pocos tablones.
Hubo un momento en que pensé en dedicarme al mundo de la comunicación, pero finalmente me decanté por la Arquitectura, que desde mi punto de vista se halla en la misma línea artística.
De hecho, muchos profesores de Cine y Televisión eran también arquitectos. Todas estas disciplinas forman parte de la pirámide del arte, en la que adquiere protagonismo el concepto del todo; como el concepto de la Bauhaus, la escuela de arte, diseño y arquitectura, porque el arquitecto tiene que saber de todo un poco; un mar de conocimiento, pero de poca profundidad, para después especializarse en lo que le apasione de verdad.
En arquitectura, la vocación es importante; pero si no tienes una mínima curiosidad y una formación ecléctica, no puedes cultivar esta disciplina.
Por mucho que estudies no llegarás nunca a ser mejor arquitecto, porque un proyecto es el resultado de un proceso creativo y no un examen que hay que superar. En matemáticas, el resultado es unívoco, pero en arquitectura, no; y la capacidad de comprensión espacial hay que tenerla.
Profundamente interesado en la integración de la arquitectura en el medio ambiente, acuñó en su día el término «diseño ecocibernético», que constituye un avance en los objetivos de la sociedad, la economía la sostenibilidad. En su horizonte, se halla ver culminado su proyecto Water Building Resort, el primer edificio que convierte el aire en agua.
Me doctoré en la Universitat Politècnica de Catalunya (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona) en 1992, con la calificación de cum laude.
Mi tesis doctoral versó sobre La casa patio: análisis bioclimático, muy probablemente influida por la vivienda familiar que ocupé en mi infancia. El patio, en la arquitectura, constituye el vacío, pero no en el sentido de vacuo, porque el patio genera un microclima en la vivienda.
Si la informática se basa en el sistema binario de ceros y unos, la arquitectura lo hace en vacío y volumen.
Con el patio y los elementos y sistemas ecocibernéticos juegas en función de la latitud en donde debes desarrollar un proyecto.
Las primeras casas patio surgen en las ciudades de Harappa y Mohenjo-Daro, en el valle del Indo hace más de 5.000 años (3300 aC).
Son una muestra del saber integrar al ser humano con la naturaleza y atender sus necesidades. En países del norte de Europa, por ejemplo, las casas son más cerradas, con cristaleras para aprovechar la luz del sol y fabricadas con madera porque disponen de materia prima para ello. En cambio, las viviendas de zonas de clima mediterráneo suelen presentar patios con proporciones equilibradas, que permiten que el sol, que en invierno traza un recorrido más bajo, pueda penetrar con mayor facilidad. En cambio, en verano aportan sombra a través del uso de espacios de transición y contribuyen a refrigerar la casa.
A la hora de plantear el proyecto final de carrera me decidí por una propuesta de futuro: diseñar un barrio autosuficiente en las inmediaciones de Santiago.
Antes de acometer el proyecto, viajé a California, donde contacté con Paolo Soleri, de Arcosanti, con quien estuve colaborando en el desarrollo de una aldea ecológica en el desierto de Arizona. Esa experiencia resultó vital para mi proyecto de final de carrera, en el que me propuse, más allá de dar con una idea tradicional y económicamente rentable, optar por la innovación. Por eso, cuando el tribunal del proyecto me inquirió sobre los motivos por los que planteaba esa propuesta, fui muy sincero. En ese momento estaba asociado a un despacho de arquitectura convencional que aprovechaba la época de auge económico. Si hubiera tenido que ofrecerle el proyecto a ese despacho le habría aconsejado que conservara el solar y esperara a que aumentara de precio, que no lo llevara a cabo porque la plusvalía superaría el beneficio de la construcción.
Lo osado de la respuesta y del proyecto presentado se resolvió con un 6,9 sobre una escala de 7. Esa décima para alcanzar el grado sumo no me la pudieron otorgar porque el proyecto era tan futurista que no resultaba factible tomarlo como referencia, pero obtuve el título de arquitecto con la máxima distinción.
En arquitectura, tan importante es el resultado como el proceso. Si tienes que realizar un edificio público, puede haber varios proyectos válidos pese a ser diferentes soluciones.
Una prueba de la validez de los distintos enfoques podemos encontrarla en un concursos de arquitectura, ejemplo la construcción del nuevo estadio del Fútbol Club Barcelona.
Cada despacho presentó un proyecto y solo uno pudo ser seleccionado… sin que se cuestionara la idoneidad de las propuestas alternativas. Ahí también juega un papel esencial la capacidad de adaptación del arquitecto, que éste tenga la suficiente habilidad de interpretar lo que desea el cliente, porque en el fondo, un arquitecto es como un sastre: tiene que hacer un traje a medida de quien reclama sus servicios pero con su propio estilo o sello profesional. No sirve hacer arquitectura para uno mismo.
Si se proyecta una vivienda, ésta tiene muchas variables; y la más importante es cubrir las necesidades de quien va a habitarla. Por eso, lo más difícil para un arquitecto es proyectar una casa para una familia, porque reclama cierta complicidad entre cliente y arquitecto.
En ocasiones tienes que ser honesto con el cliente y hacerle desistir de un proyecto en el que se había obcecado porque no resultaba razonable llevarlo a cabo o va contra tu idea.
Reconozco que mis dotes comerciales son muy limitadas, pese a haber cursado dos másteres (Dirección de Empresas Constructoras e Inmobiliarias, en ETSAM-Universidad Politécnica de Madrid, y en Dirección de Empresas, en ESADE Business School de Barcelona), precisamente para complementar la faceta comercial.
Pero la arquitectura, si no hay negocio, no es rentable; salvo los proyectos públicos, donde los objetivos son otros.
Como en toda profesión liberal, el producto eres tú y tus ideas, que se reflejan a través de los proyectos y construcciones que realizas. Y hay profesionales que consiguen más difusión y reconocimiento mediático.
También es importante difundir las ideas en congresos y mediante las nuevas tecnologías de la información.
Siempre he tenido gran sensibilidad por el aprovechamiento de los recursos y la energía. Incluso antes de que surgiera con fuerza el concepto de sostenibilidad, ya había proyectado una ciudad sostenible en Bulgaria basada en estas premisas. La atención que presté a todos estos componentes sostenibles de economía sociedad y medioambiente me llevó a acuñar un nuevo concepto en el proceso arquitectónico y urbanístico: el «diseño ecocibernético». Éste se adapta a esta época trepidante de revolución tecnológica, que reclama una flexibilidad en el ámbito de la arquitectura y del urbanismo. En De Urrutia Partners disponemos de una asociación de oficinas de arquitectura y urbanismo sostenibles, en el ámbito internacional, que constituye una red global que nos permite ofrecer el mejor servicio con profesionales de cada país. Dada la integración en el lugar y su relación con la naturaleza, el diseño con calidad arquitectónica de los proyectos consigue reducir la «huella ecológica» provocada por el consumo de combustibles fósiles y el crecimiento descontrolado de las ciudades. Nuestros proyectos arquitectónicos y urbanos ecocibernéticos se orientan a crear las nuevas smart cities.
El reconocimiento del diseño ecocibernético en la arquitectura y el urbanismo a nivel internacional ha permitido acometer varios proyectos conjuntamente con arquitectos de reconocido prestigio como Mario Corea y Jorge Iglesias en la explanada del Mapocho, en el centro de Santiago de Chile; en Gerónimo Spring Ecocity, en Texas; y otros como el Eco Ensanche, en Barcelona, o la Ecociudad Sostenible, en Bulgaria. Estos proyectos se adaptan a los continuos cambios del entorno urbano y natural que retroalimentan este proceso de diseño para obtener una autosuficiencia sostenible de la construcción y del hábitat, creando las nuevas smartcities, que reducen la huella ecológica provocada por el desarrollo insostenible de las ciudades.
Premios recibidos
Premio mejor proyecto de sostenibilidad y rehabilitación hotelera de España 2021
Innovación, diseño arquitectónico e integración con el medio ambiente.
Reducción de emisiones y consumo energético
DeURRUTIA Panel. Sistema Ecociber sostenible para edificios
A la Trayectoria Profesional
Foro Europa a la trayectoria profesional
Priorato de Cataluña
Fundación Europea Del Mediterráneo
Ciudad Sostenible en Bulgaria
Primera Televisión urbana
Proyecto seleccionado, Eco Ensanche
Proyecto Ciudad Sostenible de Bulgaria
Building 2000
Proyecto viviendas para la erradicación de la pobreza
«Conducto new-tech»
Israel
Proyecto seleccionado, Rehabilitación oficinas Ogilivi
Proyecto seleccionado, Barrio Autosuficiente
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